Película de Nicole Kassell, dirigida en el 2004, provocó grandes aplausos en el festival de Sundance, dando la oportunidad a Kevin Bacon a demostrar que es un gran actor.
Es un drama que trata de la pederastia, con seriedad y sin alardes, visto con el punto de vista del pederasta. Muy raro en la industria del cine.
Después de pasar doce años en prisión el protagonista, se instala en un pisito situado frente a una escuela primaria, consigue un trabajo en un almacén de madera y se dedica básicamente a cuidar de sí mismo e intentar reintegrarse, pero las tentaciones son constantes y aparecen varios incidentes por el barrio, que le harán despertar viejas heridas.
Muy recomendable, para entender la situación actual, grandes interpretaciones, en una película de bajo presupuesto.
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