Dirigida por Takeshi Kitano en 1999, es probablemente una de las películas más sorprendentes de este director, ya que siempre están ambientadas en sucios lugares y con mucha violencia.
Pero esta película es como una fábula, llena de ternura y con un sentido del humor con un trasfondo algo amargo, pero que llega al espectador.
La historia se centra en Masao (Yusuke Sekiguchi), un niño de seis años, que vive con su abuela, Masao se siente solo porque todos sus amigos se van de vacaciones. También terminan las actividades extraescolares. Y nuestro protagonista decide ir a buscar a su madre, que lo abandonó alegando que iría a buscar trabajo. Es entonces cuando se encuentra con un matrimonio de antiguos vecinos de su abuela. Los vecinos hablan con ella y le dicen que ya se ocuparan ellos del crío durante unas semanas es en ese instante cuando empieza el viaje de Masao junto a Kikujiro (Takeshi Kitano), un torpe yakuza retirado.
Mencionar la música de la película que te transporta a un lugar de cuento.
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